lunes, 25 de abril de 2016

DERVICHE KHAN


DERVICHE KHAN - Fragmento del film EL JARDÍN DE PIEDRA.
Director: Parviz Kimiavi
Irán, 1976.

"Uno llama a alguien, o bien uno mismo sale fuera, se lanza. Uno no abre el círculo por donde empujan las antiguas fuerzas del caos, sino por otra zona, creada por el propio círculo. Como si él mismo tendiera a abrirse a un futuro, en función de las fuerzas activas que alberga. En este caso, es para unirse a fuerzas del futuro, a fuerzas cósmicas. Uno se lanza, arriesga una improvisación. Improvisar es unirse al Mundo, o confundirse con él (...)

La figura moderna no es la del niño ni la del lobo, y menos aún la del artista, es la del artesano cósmico: una bomba atómica artesanal es algo muy sencillo en verdad, ya se ha experimentado, ya se ha hecho. Ser un artesano, no un artista, un creador o un fundador, es la única manera de devenir cósmico, de salir de los medios, de salir de la tierra. La invocación al Cosmos no actúa en absoluto como un metáfora; al contrario, la operación es efectiva desde el momento en que el artista pone en relación un material con fuerzas de consistencia o de consolidación.

El material tiene, pues, tres características principales: es una materia molecularizada; está en relación con fuerzas a captar; se define por las operaciones de consistencia que se basan en él. Por último, es evidente que la relación con la tierra, con el pueblo, cambia, y ya no es del tipo romántico. La tierra es ahora la más desterritorializada: no sólo un punto en una galaxia, sino una galaxia entre otras. El pueblo es ahora el más molecularizado: una población molecular, un pueblo de osciladores que son otras tantas fuerzas de interacción. El artista abandona sus figuras románticas, renuncia tanto a las fuerzas de la tierra como a las del pueblo.

Pues el combate, si es que existe, ha cambiado de terreno. Los poderes establecidos han ocupado la tierra, y han creado organizaciones populares. Los mass-media, las grandes organizaciones populares, del tipo partido o sindicato, son máquinas de reproducir, máquinas de difuminar, y que interfieren efectivamente todas las fuerzas terrestres populares. Los poderes establecidos nos han puesto en la situación de un combate a la vez atómico y cósmico, galáctico. Muchos artistas han tomado conciencia de esta situación desde hace mucho tiempo, e incluso antes de que se hubiera instaurado (por ejemplo Nietzsche). Y podían tomar conciencia porque el mismo vector atravesaba su propio dominio: una molecularización, una atomización del material unida a una cosmización de las fuerzas incluidas en ese material. Como consecuencia, el problema consistía en saber si las "poblaciones" atómicas o moleculares de cualquier naturaleza {mass-media, medios de control, ordenadores, armas supraterrestres) iban a continuar bombardeando el pueblo existente, bien para someterlo, bien para controlarlo, bien para aniquilarlo, —o bien si otras poblaciones moleculares eran posibles, podían deslizarse entre las primeras- y suscitar un pueblo futuro. Como dice Virilio, en su riguroso análisis de la despoblación del pueblo y de la desterritorialización de la tierra, el problema es el siguiente: "¿Habitar como poeta o como asesino?"

(Deleuze-Guattari, MIL MESETAS, DEL RITORNELO)

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